Editor's picks
    English Español
  • Cóctel de Emociones – Día de Cata 7

    Un dia en la vida de Cata banner

     

    Los preparativos para viajar cada vez me estresan más. Los niños están más grandes y no quieren dejar de ir al colegio ni de ver a sus amiguitos, las maletas se multiplican por cuatro (la de Julián también la hago yo, porque si fuera por él la haría mientras nos espera el carro para ir al aeropuerto), y siempre me quedan cosas de “último momento”, tales como esos pedidos de amigos y familiares que me mandan a mi casa artículos de los más disparatados para que yo se los lleve. Entiendo que en Miami se consiguen cosas que en otros sitios no, pero yo jamás molestaría a alguien con un disfraz de Elsa de Frozen, por ejemplo. El viaje anterior una amiga me lo encargó para su hija. Me volví loca buscándolo, y estaba agotado, hasta que finalmente lo compró por amazon y lo envió a casa. Para mi sorpresa llegó con un baúl de plástico que tuve que cargar como equipaje de mano de Sofi, una incomodidad absoluta. Esta vez puse más límites, sobre todo porque vamos al matrimonio de la hermana menor de Julián y llevamos más ropa de lo habitual. De todos modos alguna que otra cosa ajena se sumó a mis maletas.

    Mis ganas de estudiar quedarán postergadas para la vuelta. Con todo esto no tuve ni tiempo de averiguar cómo empezar.
    Hace un año que no voy, y hay muchos amigos y familiares que no vi ni siquiera en mi última visita. Esta vez en el matrimonio de Mariana seguramente me voy a reencontrar con varias personas, y otras tantas quedaran, una vez más, sin vernos. A veces me asustan un poco esos desencuentros con gente que formó parte de mi vida durante tanto tiempo y ya no les encuentro un lugar en mi agenda de visita a mi ciudad. A muchas de mis amigas de aquí les pasa lo mismo, y también enloquecen días antes de viajar, como yo ahora. En dos días dejamos esta casa por dos semanas, nos montamos un avión y viajamos en el tiempo. Cuando estoy allí siento que nada cambio, que nunca nos fuimos. Pero solo nos pasa a Julián y a mi. Tomy se alegra por reencontrarse con sus primos y abuelos, pero no recuerda nada de cuando vivíamos ahí, y Sofi nació aquí.

    No se si ustedes pasan por este cóctel de emociones y locura cuando vuelven a sus ciudades, yo si. Y todavía me faltan comprar algunos cosméticos, un regalo para mis padres (quizás me rinda ante los encantos del Duty Free), y dejar todo en el mayor orden posible, para cuando volvamos, poder reactivar nuestra rutina lo menos estresadamente posible.
    Hasta la próxima!

    Cata

    Comments

    comments

© www.brickellandkbmoms.com - All rights reserved - Join our club - About Us - Terms of Use - Privacy Policy - Meet the Team - Subscribe - Contact Us